viernes, 25 de abril de 2008

La Fantasma de Higuey: su modesta y justa interpretación

"La unión de un estilo vernáculo de escritura, marcado por diálogos directos, una estructura lineal y una presentación de la trama de forma “superficial”, dá como resultado una novela donde el lector conoce mejor los “problemitas” que experimentaban los rehenes de los corsarios, la forma de vida de los piratas y una tradición oral dominicana que se remonta a tiempos coloniales: Los gritos de una fantasma en la isla Saona". Esta es la esencia de la novela La Fantasma de Higuey, de Francisco Xavier Angulo Guridi, considerada por una parte de la crítica dominicana como la primera novela escrita en nuestra Patria.
En nuestra opinión, La Fantasma de Higüey es una obra excepcional de la literatura dominicana.
La esmerada escritura de Angulo Guridi se pone de manifiesto en un género diferente al periodismo, estilo en que más se destacó, para entrar en una narrativa incipiente en nuestro país, de la que, para algunos, fue su primer exponente.
Es una narración que posee un argumento bastante poderoso y cautivador, fraguado a través de un lenguaje formal estandarizado, y unas pocas veces presentando formas criollas del habla culta, donde ambos se entrelazan de una forma tan concordante y armónica, que muestran cabalmente el conocimiento del idioma y de las expresiones geográficas del Español en las Antillas y de la realidad socio-histórica de nuestro país que poseía Angulo Guridi.
La sublime pluma de Angulo Guridi sale a relucir con singular maestría en una novela donde una prosa descriptiva (que para muchos es una dócil pincelada del pasado colonial de Santo Domingo) se combina con una serie de argumentos bien sostenidos para presentarnos una obra matizada por una amalgama de problemas sociales de la historia (enamoramiento entre un esclavo indígena y una doncella española, código de honor de los piratas, malaventuranzas de las hijas de corsarios, atracción sentimental de un sacerdote) vistos y analizados desde el punto de vista de los diferentes actores sociales, tradicionales en nuestro país.
Si nos ponemos a observar los elementos que representan los personajes principales, el plano en que éstos se desenvuelven y el progreso de la información a través de las páginas, podemos ver, no solamente la faceta sociológica de Angulo Guridi, sino también una combinación de ésta con su pasión por la historia Patria, pues, desde su participación en la Independencia Nacional hasta sus labores dentro de la Guerra de Restauración, siempre demostró que un escritor debe dar a conocer y apoyar las causas de su Patria con las mejores armas que dispone: las palabras.
Es una obra excelente, pues el conjunto de estrategias narrativas, dialógicas y descriptivas que se destacan, no sólo nos hacen ver el desenvolvimiento de la obra desde un televisor, sino que nos adentran tanto en la obra, que en muchas ocasiones podemos sentir el miedo que infunden los planes macabros de Cayetano para eliminar a Tuizlo.
Es por todo lo anterior que podemos afirmar que el profesor Angulo Guridi concretamente cumplió con el pacto que todo autor hace con sus lectores, ya que los introdujo en un mundo donde las líneas que separan a la ficción de la realidad, no sólo se hacen difusas, sino que se mezclan dando como resultado una novela donde se plantea y resuelve trágicamente “el conflicto entre el pudor, la candidez y la nobleza de la mujer, contra los planes perversos del bajo mundo y las prohibiciones sacramentales de la Iglesia”, según comentara Vetilio Alfau Durán.
Para finalizar, podemos decir que “La Fantasma de Higüey” es el diamante en bruto que adorna el baúl de los olvidos en que se encuentran prisioneras espléndidas obras literarias dominicanas, perdidas en las biblioteca personal del tiempo.

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